miércoles, 29 de agosto de 2007

Influencias

Creo que todos tenemos una máscara puesta. No la vemos. Pero la tenemos. Y muchas veces, sin admitirlo, hacemos esfuerzos por quitárnosla.
Luego de ver la segunda parte de la película Kill Bill (acá quiero aclarar que esto lo escribí hace tiempo ya, ahora le corregí un par de cosas nada más), me dejó pensando una escena donde se desarrollaba todo un tema existencial.
El caso planteado era el siguiente: Superman, el conocido superhéroe, oculta esa identidad a través de otra, Clark Kent. En esta última vemos a un individuo débil, tímido, inseguro, cobarde. Un ser humano a fin de cuentas. Entonces, se insinuaba una paradoja. Al sacarse el traje Clark se desprende de esa personalidad, de esa máscara, para pasar a ser alguien muy distinto que podríamos decir que no conoce ningún tipo de miedos, allí se dice que esta siendo si mismo.
Quentin Tarantino como guionista, apuntaba al siguiente interrogante (aún sin querer llegar a una generalización estúpida): ¿cuál es la faceta mas predominante en la población mundial? ¿Clark o Superman?. Supongo que nos inclinaríamos por la primera opción, incluyéndome. Pero por otro lado, personalmente no se si podemos hacer esa clasificación sin antes detenernos a especificar algunos puntos. Si bien yo escuche varías veces que siempre es mejor ser alguien que se atreve a todo, sin miedos, ni inhibiciones; por otra parte me pregunto lo siguiente: ¿Alguien que tuvo siempre temores e inseguridades de realizar determinadas cosas, seguiría siendo el mismo si se quita esa supuesta “máscara”? Es decir, si todos nosotros creemos que alcanzando ese estado “mejorado” estaríamos llevando a cabo una personalidad más fiel a nosotros mismos, me suena mas a engaño que a otra cosa. Una vez que llegamos ahí ¿dónde queda aquel yo que nos representaba antes? ¿no éramos nosotros mismos en ese entonces? ¿y quiénes éramos entonces?
“No tengas miedo de equivocarte” reza Coca - Cola. “Just do it” sugiere Nike. Entonces hoy en día ser uno mismo es simplemente cumplir con los pedidos establecidos “implicitamente” en una sociedad. Alcanzar ese "modelo ideal" de ciudadano. Despúes le echan la culpa a Marilyn Manson de tragedias como la de Columbine, Patagones, Virginia Tech, etc.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Dos realidades

Caminando por Santa Fé y llegando a la esquina de la estación Palermo, justo antes de cruzar J.B. Justo, me encuentro con una situación lamentablemente típica de la ciudad, a la que todos estamos de alguna manera "acostumbrados".
Semáforo rojo. Filas de autos en su mayoría lujosos, muchos con vidrios polarizados, muchos con alta prioridad en llegar a destino.
En lugar de cruzar dicha avenida, procedo a quedarme parado en medio de la masa de gente que entra y sale al galope de la mencionada estación. Para observar el espectaculo.
Apenas el semáforo se puso rojo, un niño de ropas rotosas y manos mugrientas se para en el medio en la senda peatonal con tres pelotas pequeñas de colores en las manos, y procede a realizar una serie de malabarismos con las mismas.
La razón por la cual me quedé parado en la esquina fue para observar como afectaba esa imagen a los conductores que se veían "obligados" a mirar.
En el auto que se encontraba mas cerca mío, observé que su conductor y las personas en su interior, apenas el muchacho comenzó a hacer malabarismos, nerviosamente subieron las ventanillas y bajaron la traba de seguridad de las puertas. Acostumbrado a fijarme en la modulación de la gente, noté que en ningún momento nadie dijo una palabra. Parecía existir un acuerdo tácito entre sus ocupantes, que aguardaban exasperadamente a que el semáforo les diera luz verde para alejarse a toda velocidad de dicho cruce, bajar las ventanillas y olvidarse de dicha situación como si hubiera sido un mal sueño.
Yo en ese momento pensaba que nadie tiene inconveniente, por ejemplo, en mirar esos programas de televisión donde reportean a chicos famélicos aspirando poxiran a las cuatro de la madrugada. Pero en ese momento, la escena de un niño haciendo malabarismos con tres pelotas de colores parecía, al menos por un instante, incomodar a todos los pasajeros, ponerlos en frente de algo que siempre preferían evitar. Y cómo no, esa era una imagen real, en vivo y en directo, de lo bajo que caía la dignidad humana. Y no había forma de escapar.
El muchacho concluyó su pequeño espectáculo y se asomó a varias ventanillas para pedir una moneda. En este caso noté que cuando se asomaba, muchos no solo no bajaban la ventanilla sino que ni siquiera lo miraban y le daban un "no" de frente. Se quedaban inmóviles, mirando hacia adelante. El niño parecía representar un ser extraño, ajeno a la "realidad".
Cómo les afectaba esa imagen de la "otra" realidad entonces? Se indignaban? Sentían desprecio? Sentían lástima? Sentían miedo?
Luz verde.

lunes, 30 de julio de 2007

Papeles viejos

Deambulando en un fracasado intento por ordenar archivos y otras cosas de mi reverenda carpeta personal, me encontré con cosas que había escrito hace bastante.
En situaciones como esta, casi siempre sucede que leo de un tirón el texto y acto seguido pienso: "que manera de decir pavadas que tenía" (cosa que haré más adelante con este blog cuando revise entradas viejas).
Sin embargo hubo un texto que luego de leerlo no pensé eso. Me hizo acordar muchas cosas. Como cuando escucho un disco que hace años que no pongo, huelo ciertos aromas, o paso por ciertos lugares. No digo esto para jactarme de nada, pero siempre tuve una memoria que jamás perdonó una. Y cuando esto sucede, las sensaciones viejas entran a romper las pelotas. No digo que se torne depresivo, pero me deja pensando.
No voy a contar la historia porque es estúpida e inútil. Siempre tuve una debilidad especial hacia las cosas (o personas, dandome cuenta tarde) estúpidas e inútiles. Pero voy a pasar el texto. Es algo así como una carta a mi mismo.
Aviso que es viejo.

cosas que pasan.doc
"Son cosas q pasan. Te sentiste solo, te deprimiste, te frustraste, te decepcionaste... creíste q perdías la esperanza y esas boludeces de siempre. Te agarraban ataques de desesperación, esos ataques que son conducidos por el miedo mas q por otra cosa, y ese miedo no es simplemente estar asustado, sino mas fuerte, ese deseo desesperante q hace q un drogadicto se despierte en el medio de la noche enloquecido y se ponga a vaciar cocaína en el inodoro porque cree q le esta haciendo mal, porque sabe q en cualquier momento se pudre todo y esta consciente de eso. Sin embargo este no era tu caso, ni mucho menos. Pero que pasa? El miedo te consumía. No te dejaba dormir, no te dejaba comer, no te dejaba disfrutar una reunión con amigos, ni siquiera te permitía hablar de él. Por eso hasta hoy jamás contaste nada. Guardaste todo adentro hasta que te quebraste. Espero que estés orgulloso.
Que querías, que no podías, q no sabías, q no querías saber, q no tenías idea, que lo negabas, que tratabas y no podías, que no te interesaba, que no te sentías capaz, que querías despertarte un día, mirarte al espejo y ver a alguien cambiado y te quedabas mirando hasta verlo o a veces ni lo mirabas porque ya sabés por qué. Estuviste mucho tiempo en tu vida sonriendo como un tarado para tratar de caerle bien a la gente mas hija de puta que alguna vez existió o con la que alguna vez te encontraste, lo cual me lleva al próximo interrogante, quizás uno de los mas importantes, por qué carajo lo hacías? yo se que eras apenas un pibe pero ...
Sin embargo cuando quebraste todo fue mejorando. Siempre fuiste así vos no? Hasta que no te dabas la cabeza contra la pared no cambiabas nada. Y por eso mismo siempre algo quedaba pesando, algo duro, escondido.
Igualmente nunca bajaste la cabeza. Siempre al final te terminabas rescatando. Sólo espero que no siempre esperes hasta el final."

sábado, 28 de julio de 2007

Vol. II .. Juego de miradas: Desarrollo

Muy bien, ahora vamos a entrar en caminos más morbosos, así sugiero que el lector si no quiere encontrarse con cosas desubicadas o descripciones que harían temblar las queridas faldas del cardenal Bergoglio, (bueee ya me la estoy creyendo viteh) prenda la tele y se ponga a mirar el canal rural.
La muchacha esta allí sentada tranquilamente, supongamos realizando la clásica acción de mirar por la ventanilla los bellos paisajes y/o situaciones urbanas capitalescas como un pibe de 4 años que parece llevar al pie de la letra la dieta de Cormillot vendiendo flores a los conductores, dos choferes tirandose halagos "argentinos" (lease "che %&")(??/** aprende a manejar"), un tipo en moto pidiendole prestada la cartera a una mujer de una forma un poco brusca, etc.
Mientras tanto nosotros nos frotamos un poco los ojos y nos preparamos para un viaje placentero e instantaneo (el verdadero viaje en bondi es un completo estorbo pero de eso hablaré en otra ocasión) que comienza en el tan buscado punto bipartito oscuro (algo asi como un valle escondido cuya profundidad siempre esperamos que sea lo más honda posible) entre dos médanos dorados, de suave pendiente (suponiendo que la muchacha lleva escote). Hecho este primer tramo, inmediatamente escribimos una nota mental que dice así: "comentar con otros participantes del juego en la previa del sábado que viene que vimos una mina en el bondi que tenía flor de GOMAS!!!. Punto y aparte". Luego nos quedamos en ese primer mirador panorámico unos segundos deleitandonos con la forma, el color, y los trazos impecables de esa hermosa obra plástica y a la vez agradecemos a su creador por haberla realizado ("oh Dios" o más bien "si el verdadero creador estuviera aca viendo como la miro ya estaría internado"). En este punto me gustaría aclarar que es recomendable cerrar la boca y mantener una expresión de disimulo ...
Ahora supongamos que la muchacha procede a pararse para ceder su asiento a un picarón abuelito que agradece y suele ser muy amable y simpaticón, pero nosotros tan compenetrados en nuestro juego solo atinamos a pensar "maldito afortunado este, dejame de hinchar, es un hombre a fin de cuentas, aprovecha para sentarse a disfrutar mas cómodo el paisaje en vez de estar ahi como un boludo parado (rol que ocupamos nosotros, los jovencitos petisos y manijas)".
Pues entonces, la señorita se para y se agarra de alguna de las tantas barras horizontales, verticales, etc. digamos que al lado nuestro. En este punto es fundamental poner en práctica una mirada lo más disimulada posible por motivos obvios, para arribar cómodamente al segundo tramo que estaría conformado por otros dos médanos redondos, semejantes a dos mitades de duraznos comunes sin almíbar, (minga! lo único que faltaría JÁ!). Yo personalmente en este tramo y ante un paisaje semejante, suelo desconfiar completamente de mis funciones motoras y de la capacidad de mi sistema nervioso para controlar mis movimientos (ya que mi mente lo único que atina a decir es "que ganas de tocar ese c ..."), por lo que con una mano agarrada a la mencionada barra metálica, procedo a meter la otra en cualquier bolsillo que encuentre (mío obvio, yo no robo eh?) temiendo cualquier tipo de movimiento "involuntario" (MINGA!) al estilo de aquella peli de terror berreta en la que las manos de los habitantes de una ciudad se revelaban contra sus dueños (se mira y no se toca, salvo que tengas suerte jejejeje). Ejem, Ejem, llegado a este punto haré un par de consideraciones acerca del estado apocalíptico en que posiblemente nos encontraríamos: la presión sanguínea enloquecida comienza a dirigirse hacia cierta zona corporal provocando su abultamiento y sus ganas de salir del escondite y mostrarse al mundo tal cual es (en su menor o mayor expresión, dependiendo del caso); la imaginación, ya tiene luz mas que verde para dar rienda suelta a sus mayores expresiones carnales; las glandulas salivales parecen intentar formar una cuenca amazónica ante aquel plato tan apetitoso. Pero a ver, aún con esta sobrecarga energética (crisis un poroto), siempre lo más importante es mantener el disimulo. Por lo tanto, si somos inteligentes (JAH!) mantendremos los labios pegados, una mirada indiferente y nos las arreglaremos para callar al gallo que se le antojo salir a cantar a esta hora, aunque no está amaneciendo ni tampoco estamos en la privacidad de nuestro dormitorio para disfrutar de algún que otro calambrito diario.
Ahora bien, mientras nosotros intentamos sobrevivir a tantos tropiezos, nuestra querida rival (uff, rival) ha estado desde el comienzo controlando con su vista periférica todos nuestros movimientos y es imposible no sentirse petrificado cuando nos lanza esa mirada que dice "PEDAZO DE PAJERO!" teniendo en cuenta nuestro delicado estado. En algún punto cuando todavía era novato (y me la sigo creyendo viteh) y me lanzaban esa mirada, la situacion se asemejaba al conocido chiste "todo sobre mi madre" (ohhh iré al infierno).
Por ende, esa mirada puede significar un golpe bajo y se estará poniendo a prueba nuestra resistencia física y mental, la cual quedara en tela de juicio con la mirada contestante. A ver amigo, si la cara que ponés cuando te tira esa mirada es de "no, no, no, es que pensé que eras mi abuela" o "no, no, me estaba fijando la hora" al tiempo que te sonrojas asquerosamente, no sé, a mi entender mi autoestima se va al muere, y me ha pasado, oh sí, muy grave.
Peeeeeeero si en cambio tiras una mirada langa y sonriente de "soy así y me la banco" (vivan los pajeros! daaale loco un poco de aguante) o de "ya sabés lo que miraba y no esta tan mal" o de "pareces una boluda (oh! he dicho una blasfemia!) no calientes la pava si no tomás mate"; el juego quizás podria estar resultando a favor, en muchos casos la señorita procede a hacer esfuerzos por no sonreir (lease CAGARSE DE RISA!), ohh que golazo.
Pues, el objetivo del juego? mm nose, tengo hambre y me canse de escribir.
Chau

jueves, 26 de julio de 2007

Vol. I .. Juego de miradas: Introducción.

Caminando por la calle, en el colectivo, en el subte (acá es terrible, pero bueh es otra historia), en un kiosco, etc. (esto me hace acordar a la propaganda esa de los cofler sticks) siempre pasan COSAS. Qué es lo que pasa en esos lugares? Qué veo? Adonde apuntan mis benditos ojos negros? Mujeres. Sencillo, no? En realidad no tanto ... Empieza así: uno ve algo, lo que sea, en este caso supongamos una hermosa muchacha bien formada, con la estantería cargada y para colmo bien vestida, cabe aclarar que con "bien" me refiero a que lleva esas prendas que de alguna manera hacen una publicidad morbosa a lo que se encontrara adentro y que, por ende, incita más a su visualización, cosa que si estas tratando de mirarle la cara a la mina porque te esta hablando o lo que sea, los ojos empiezan a pesar y pesar y claman desesperadamente que los alimentes con esos paisajes que hasta ahora no pasan de moda (oh salveme padre!). Estas mujeres son objeto constantes silbidos, piropos subidos de tono, o (como en mi caso) miradas desforadas. Este último punto es el que quiero desarrollar.
Yo la miro. Mirada. Recorrido visual. Contato visual (la reacción de la muchacha puede variar según el caso, algunas tienden a apartar la vista en forma timida o asustadiza, otras sonríen tímidamente y hasta puede llegar el caso de alguna mina que t devuelva la mirada con hambre, y justamente acá somos nosotros los hombres los que nos asustamos JÁ!). Analisis pormenorizado de detalles que desarrollaré mas adelante y luego imaginación. Aquí señoras (sí soy desubicado pero si leíste hasta aca algo de esto sabés) y señores (colegas pajeros al por mayor y menor) es donde explota la bomba. La imaginación en este caso quizás no tenga fin y puede resumirse a un par de ejemplos que no explicitaré pero que usaré esa sinonimia irónica para hacerles recordar: la carreta humana, el mambo horizontal, voy y me voy, el estacionamiento submarino, etc. Por mas estúpidos que parezcan estos ejemplos, lo que quiero destacar de los mismos es que al pensarlos suceda que inconscientemente nuestra mirada alcance un nivel de perversión bastante amplio, lo cual recomiendo aprender a disimular porque pueden causar situaciones desfavorables (si tiene el novio al lado fuiste).
Más alla de todo esto, adonde quiero llegar es a que, en mi opinión personal (como todo en este blog es pura OPINION PERSONAL) a la mayoria de las mujeres involucradas aunque no lo admitan (cosa que corrobore un par de veces con algunas amigas íntimas) les gusta mucho ese "juego de miradas"; es un pasatiempo bastante provechoso, y en muchos casos se disfruta el sufrimiento del varón que casi siempre termina perdiendo.

DESARROLLO DEL JUEGO

Subo al colectivo (tomando este como escenario sobre el cual se desarrolla el juego). La muchacha en cuestión se encuentra sentada en uno de los asientos individuales. Saco el boleto, comienzo a avanzar y veo que está lleno. Por lo tanto procedo (como siempre me sucede, con esto aclaro que se basa en experiencias personales todo lo que se relata acá) a agarrarme de aquellas barras horizontales pegadas al techo, que siempre resulta para mí una verdadera tortura ya que mido de 1,65 m y siempre voy cargado de cosas. Una vez establecido, procedo a observar lo que tengo enfrente. Si es verano, me pongo a rezarle a Dios, a Buda, a Alá o a alguno de esos que se largue a llover dentro del bondi porque la publicidad de las prendas antes mencionada se torna bastante macabra e incitante, hasta el punto que la testosterona quede a punto caramelo y mi temperatura comienza a escalar niveles desproporcionadamente, con lo cual comienzo a transpirar apestosamente y doy la imagen de alguien que desayuno afrodisíacos. En el caso del invierno la experiencia es mas sobrellevable, sin tantos sobresaltos, por lo cual resulta ser un clima optimo para el juego.


CONTINUARÁ ...


Que conste que esto se me ocurrio en el momento, por la insistencia de determinadas personas con que me haga un blog y cuente mis pelotudeces. Con cual quiero decir q me importa medio huevo si fuiste tan peregil como para ofenderte, o si no t parecio comico o lo que sea ... segun me explicaron se puede dejar opinión, por lo que t pido a tí querido leyente debutante que t sientas libre de putearme, halagarme, bendecirme, mimarme, desalojarme, etc. La regularidad de la actualización de este blog está en duda asi que ... no sé.


adios!